Una simpática serie pero nada más.
Crazy Love, protagonizada por Kim Jae Wook y Krystal Juhn ha sido un descubrimiento interesante pero nada más. La histórica es la típica de cualquier serie romántica coreana que tienen como protagonista a un rico empresario, Noh Go Jin, y una simple trabajadora, Lee Shin A, que vive bajo el terror de su dominante y maleducado jefe.
Puede cambiar a qué se dedica la empresa, es decir, puede ser una empresa farmacéutica, ser un hospital, un conglomerado... lo que te vive en la mente, pero siempre tendrá un presidente muy pagado de si mismo, que no solo es guapo, millonario e inteligente, sino que tiene una personalidad arrolladora que algunos adoran y otros temen. Y siempre habrá una dulce empleada que consigue en amor del presidente siendo ella misma, con su dulzura y sus buenas maneras. Este es el guión típico.
Cuando salió el póster de esta serie parecía que se iba a romper esta tendencia. Teníamos, o eso parecía, una protagonista, Lee Shin A que tenía mal humor, y que podía llegar a ser todo un personaje si llevaba su carácter violento hacía sus últimas y graciosas consecuencias. Pero no ha sido así. Salvo un par de escenas en las que Lee Shin A se muestra agresiva, su carácter es el típico de la comedia romántica. Nada interesante o emocionante en ella.
Con respecto al protagonista es todo un personaje, un auténtico abusón y no le importa serlo. Ahí reside parte de su encanto. Evidentemente a medida que avanzan los capítulos su forma de ser se va suavizando, es lo que tiene el amor. Y es una pena porque en cierta manera sus maneras groseras hacen de él un personaje diferente.
Si juntamos los dos, su amor va de trabajar juntos durante un año a una serie de acontecimientos que cambian la relación. Hay un accidente, una pérdida de memoria, una enfermedad, amigos, antiguos amores, competidores...
He de confesar que me ha gustado el trabajo de Kim Jae Wook -no lo conocía de antes-, y me estoy adaptando a la manera interpretativa de Krystal Jung. No me puedo quejar de las actuaciones aunque algunas de ellas me parecen demasiado forzadas, como la del hermano de Lee, la de su compañera de piso, o la del competidor del Noh Go Kin. Por suerte otros actores son más serenos como Ha Joo o Yoo In Young, así que todo se equilibra un poco.
Pero no puedo negar que esta serie se va desinflando a medida que van pasado los capítulos. La idea original se queda en nada muy pronto. La parte de suspense no se sostiene muy bien porque no está bien desarrollada, y romántica, es demasiado típica.
Creo que en general no es una mala serie, pero, ¿la vería otra vez? No, salvo algún que otra escena graciosa.
Puede cambiar a qué se dedica la empresa, es decir, puede ser una empresa farmacéutica, ser un hospital, un conglomerado... lo que te vive en la mente, pero siempre tendrá un presidente muy pagado de si mismo, que no solo es guapo, millonario e inteligente, sino que tiene una personalidad arrolladora que algunos adoran y otros temen. Y siempre habrá una dulce empleada que consigue en amor del presidente siendo ella misma, con su dulzura y sus buenas maneras. Este es el guión típico.
Cuando salió el póster de esta serie parecía que se iba a romper esta tendencia. Teníamos, o eso parecía, una protagonista, Lee Shin A que tenía mal humor, y que podía llegar a ser todo un personaje si llevaba su carácter violento hacía sus últimas y graciosas consecuencias. Pero no ha sido así. Salvo un par de escenas en las que Lee Shin A se muestra agresiva, su carácter es el típico de la comedia romántica. Nada interesante o emocionante en ella.
Con respecto al protagonista es todo un personaje, un auténtico abusón y no le importa serlo. Ahí reside parte de su encanto. Evidentemente a medida que avanzan los capítulos su forma de ser se va suavizando, es lo que tiene el amor. Y es una pena porque en cierta manera sus maneras groseras hacen de él un personaje diferente.
Si juntamos los dos, su amor va de trabajar juntos durante un año a una serie de acontecimientos que cambian la relación. Hay un accidente, una pérdida de memoria, una enfermedad, amigos, antiguos amores, competidores...
He de confesar que me ha gustado el trabajo de Kim Jae Wook -no lo conocía de antes-, y me estoy adaptando a la manera interpretativa de Krystal Jung. No me puedo quejar de las actuaciones aunque algunas de ellas me parecen demasiado forzadas, como la del hermano de Lee, la de su compañera de piso, o la del competidor del Noh Go Kin. Por suerte otros actores son más serenos como Ha Joo o Yoo In Young, así que todo se equilibra un poco.
Pero no puedo negar que esta serie se va desinflando a medida que van pasado los capítulos. La idea original se queda en nada muy pronto. La parte de suspense no se sostiene muy bien porque no está bien desarrollada, y romántica, es demasiado típica.
Creo que en general no es una mala serie, pero, ¿la vería otra vez? No, salvo algún que otra escena graciosa.
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