La premisa de que una chica finge ser un chico y luego los dos protagonistas se enamoran es, la mayor parte del tiempo, muy molesta para mí. Especialmente si se trata de países asiáticos donde las cosas LGBTQ+ todavía son muy tabú y el matrimonio ni siquiera es legal todavía, excepto en Taiwán. La mayoría de las veces me salto adelante y nunca veo este tipo de programas, pero debido al elenco de tantos actores que ya conocía y debido a que el punto principal no tenía relación con el "feminismo" opté por darle una oportunidad a esta serie, y así es; cuando me di cuenta de que realmente me gustaba este drama.

Todavía es muy de la vieja escuela y no sobrevive a los estándares actuales sobre igualdad y respeto hacia las personas LGBTQ+, pero considerando la época e ignorando ese chiste de "No soy homo" que no es nada gracioso, creo que en términos generales sigue siendo un drama bastante divertido y entretenido que te hace apoyar a los dos protagonistas para que terminen juntos desde el principio.