La premisa de la serie me pareció bastante buena desde el evento de GMMTV en que la anunciaron; pero la ejecución...

De todos los motivos que hay para protestar sobre cómo se lleva la escuela/instituto: educación rígida y desfasada, ausencia de pensamiento crítico, homofobia manifiesta... eligen protestar por los uniformes (y lo del móvil que, realmente, usa todo el mundo todo el tiempo junto con ordenadores y otras tecnologías). Y de eso hacen toda la trama y todo el drama durante la serie: tres chavales que quieren vestir con su ropa del domingo y montan manifestaciones al respecto que, supuestamente, secunda todo Tailandia gracias a las redes sociales.

Vamos con la maldición. Cuando empecé la serie me esperaba algo de misterio al nivel del coche sin conductor que intenta atropellar a los manifestantes; no obstante, el resto de cosas de la maldición se nota A LEGUAS que son causadas por una "mano negra" que de misteriosa tiene poco. ¿Qué fenómeno paranormal ligado al eclipse va a quitar todos los carteles de un colegio? ¿O a hacer una pancarta? Un poco de sentido común. Y un poco de eclipses también, que durante toda la serie hay ¿dos?

La actuación es sublime y creo que todos los actores hacen un trabajo estupendo, pero los personajes... El prefecto que quiere seguir sus sueños con una trama de bastante relleno y un rollo extraño con la profesora. El personaje que, de repente, no es como todos creíamos (e, irónicamente, termina siendo el más consecuente) pero que recibe cero repercusiones sobre su comportamiento (en serio, yo creía que el capítulo 11 lo habían cortado de forma extraña, no lo entiendo). Los protagonistas que, sinceramente, no tengo ni idea de por qué acaban juntos... Que se supone que Aye va al colegio a resolver "EL MISTERIO" de su familia y le dura medio capítulo; después sólo acaba llevando sudadera en escenas aleatorias (no entiendo por qué hay escenas en las que lleva el uniforme y otras que se rebela) y tonteando con Akk. Como he leído en otros comentarios, yo tampoco entiendo cómo terminan gustándose porque no tiene mucho sentido (gustándose y, en el caso de Aye, renunciando a todos sus valores y lucha porque... patata)

Y, por supuesto, el montón de tramas que quedan simplemente para encogerse de hombros: alegatos sobre Salud Mental que se pasan de puntillas (con una idea sobre la Depresión que queda muy pobremente desarrollada), dinámicas familiares complejas que no se abordan nunca jamás, el hecho de ser becado en un colegio de élite, la homofobia que tiene el 90% de alumnos del colegio y su directora que jamás se aborda, por qué Dika y su pareja (no recuerdo el nombre del personaje ahora mismo y estoy perezosa para buscarlo) no se van a un buen sindicato y denuncian al colegio por discriminación...

En definitiva, prometía mucho, pero al final ha sido un poco "meh". Es una pena.