Empecé este kdrama con la idea de que sería un drama gracioso y que me haría pasar un buen rato, sin embargo fue mucho más que ello.

Es una historia que habla acerca del amor, todos los tipos de amor: romántico tanto en su etapa inicial como en su etapa más cruda y realista; amor entre amigos, amistades que están allí para apoyarte y guiare; amor familiar, de los padres a sus hijos y viceversa, amor de nietos; y un último el que le da la esencia al programa, amor de comunidad: Gongjin en si es un propio personaje.

De igual manera es una historia que nos habla acerca de las diferentes etapas de la vida y de las emociones que podemos tener en momentos muy específicos: arrepentimiento, fraternidad, tristeza, alegría, amor... Este es un kdrama que te hace sentir de muchas maneras: vuelves a creer en el amor, ríes, aprendes, creces junto a los personajes y lloras, porque las historias están llenas de un sentimiento único.

Adoro a esta serie y puedo decir que se ha convertido en mi favorita. No puedo dejar de recomendarla porque realmente me sentí sanada y espero que todos puedan ver la historia tan significativa de Dusik, Hyejin y de todos los habitantes de Gongjin, porque otro plus a lo anterior son los personajes tan maravillosos: mujeres fuertes, hombres serviciales, abuelas sabias, amigos carismáticos, personas reales.